INFORME DE LA VISITA PAPAL A FATIMA
Crecer en la concordia, buscar la verdad. Es el mensaje del Papa antes de dejar Portugal el viernes por la tarde, después de cuatro intensos días en Lisboa, Fátima y Oporto. En Fátima, ha dicho el Papa, he rezado por el mundo entero pidiendo...Lee todo
Jesús puede inflamar
los corazones más fríos y trtristes
Homilía del Papa Benedicto XVI en la Misa en el Terreiro do Paço (Plaza del Palacio) de Lisboa
Queridos hermanos y hermanas,
jóvenes amigos
jóvenes amigos
«Id y haced discípulos de todos los pueblos, [...] enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo» (Mt 28,20). Estas palabras de Cristo resucitado tienen un significado particular en esta ciudad de Lisboa, de donde han salido numerosas generaciones de cristianos – obispos, sacerdotes, personas consagradas y laicos, hombres y mujeres, jóvenes y menos jóvenes – obedeciendo a la llamada del Señor y armados simplemente con esta certeza que Él les dejó: «Yo estoy con vosotros todos los días». Portugal se ha ganado un puesto glorioso entre las naciones por el servicio prestado a la difusión de la fe: en las cinco partes del mundo, hay Iglesias particulares nacidas gracias a la acción misionera portuguesa. Texto Completo
Homilía en las Vísperas con sacerdotes, religiosos, seminaristas y diáconos en la iglesia de la Santísima Trinidad (12 de mayo de 2010)
Queridos hermanos y hermanas:“Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer [...] para que recibiéramos el ser hijos adoptivos” (Ga 4, 4.5). La plenitud de los tiempos llegó, cuando el Eterno irrumpió en el tiempo: por obra y gracia del Espíritu Santo, el Hijo del Altísimo fue concebido y se hizo hombre en el seno de una mujer: la Virgen Madre, tipo y modelo excelso de la Iglesia creyente. Ella no deja de generar nuevos hijos en el Hijo, que el Padre ha querido como primogénito de muchos hermanos. Cada uno de nosotros está llamado a ser, con María y como María, un signo humilde y sencillo de la Iglesia que
continuamente se ofrece como esposa en las manos de su Señor. Texto Completo
Procesión de velas
Capilla de las Apariciones de la Cova da Iria, Santuario de Nuestra Señora de Fátima.
Procesión de las Velas, presidida por el Cardenal Tarcisio Bertone. (12 de mayo de 2010)
Capilla de las Apariciones de la Cova da Iria, Santuario de Nuestra Señora de Fátima.
Procesión de las Velas, presidida por el Cardenal Tarcisio Bertone. (12 de mayo de 2010)
Todos juntos, con la vela encendida en la mano, semejáis un mar de luz en torno a esta sencilla capilla, levantada con amor para honrar a la Madre de Dios y Madre nuestra, a la que los pastorcillos vieron volver de la tierra al cielo como una estela de luz. Sin embargo, ni ella ni nosotros tenemos luz propia: la recibimos de Jesús. Su presencia en nosotros renueva el misterio y el recuerdo de la zarza ardiente, que en otro tiempo atrajo a Moisés en el monte Sinaí, y que no deja de seducir a los que se dan cuenta de una luz especial en nosotros, que arde sin consumirnos (cf. Ex 3, 2-5). Por nosotros mismos, no somos más que una mísera zarza, en la que, sin embargo, se ha posado la gloria de Dios. A Él sea la gloria, y a nosotros la confesión humilde de nuestra nada y la adoración obediente de los designios divinos, que se cumplirán cuando “Dios lo será todo para todos” (1 Co 15, 28). La Virgen llena de gracia sirvió incomparablemente dichos designios: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra” (Lc 1, 38). Texto Completo
Mensaje del Santo Padre, en conmemoración del 50 aniversario de la fundación del Santuario de Cristo Rey de Almada.
Videos y notas extraídas de EWTN y ACI Prensa